El Derecho Informático adquiere gran importancia y trascendencia gracias al desarrollo de un número cada vez mayor de elementos informáticos, electrónicos, ópticos y similares, que facilitan la vida del hombre, pero que a su vez, le generan serias dificultades en su interacción con los demás seres humanos, surgiendo de esta manera una serie de circunstancias legales que requieren ser solucionadas adecuadamente, situación que permiten el desarrollo, fortalecimiento y perfeccionamiento del Derecho Informático y sus instituciones jurídicas.
Los elementos técnico-informáticos ejercen fuerte influencia tanto en la sociedad como en el Derecho, por lo que se presenta la necesidad de estudiarlos profundamente, desde la óptica del Derecho Informático[1] y un punto de vista multidisciplinario, las posibles soluciones a los problemas que paulatinamente van surgiendo al respecto, hechos que permiten el desarrollo, adaptación y transformación de algunas instituciones jurídicas, tales como el concepto de firma, manifestación de voluntad por medios electrónicos, contratos a distancias, etc.
Para el fortalecimiento de las transacciones, operaciones y manifestaciones de voluntad por medios electrónicos es imprescindible la adopción de principios básicos como el de neutralidad tecnológica y el del equivalente funcional, el primer principio impulsa el desarrollo, implementación y uso de diversas tecnologías, sin favorecer, limitar, ni excluir a ninguna de ellas, para la generación de sistemas y equipos integrales que sean interoperables, es decir, que permitan la comunicación e integración tanto del hardware como del software; el segundo principio busca dar el mismo valor legal a determinadas instituciones, por ejemplo al otorgar igual valor probatorio tanto a la firma manuscrita como a la firma electrónica, o por ejemplo el uso de la criptografía[2].
Los elementos técnico-informáticos ejercen fuerte influencia tanto en la sociedad como en el Derecho, por lo que se presenta la necesidad de estudiarlos profundamente, desde la óptica del Derecho Informático[1] y un punto de vista multidisciplinario, las posibles soluciones a los problemas que paulatinamente van surgiendo al respecto, hechos que permiten el desarrollo, adaptación y transformación de algunas instituciones jurídicas, tales como el concepto de firma, manifestación de voluntad por medios electrónicos, contratos a distancias, etc.
Para el fortalecimiento de las transacciones, operaciones y manifestaciones de voluntad por medios electrónicos es imprescindible la adopción de principios básicos como el de neutralidad tecnológica y el del equivalente funcional, el primer principio impulsa el desarrollo, implementación y uso de diversas tecnologías, sin favorecer, limitar, ni excluir a ninguna de ellas, para la generación de sistemas y equipos integrales que sean interoperables, es decir, que permitan la comunicación e integración tanto del hardware como del software; el segundo principio busca dar el mismo valor legal a determinadas instituciones, por ejemplo al otorgar igual valor probatorio tanto a la firma manuscrita como a la firma electrónica, o por ejemplo el uso de la criptografía[2].
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[1] “El Derecho Informático, como nueva creación jurídica se encarga de buscar soluciones a los retos planteados por la evolución de las aplicaciones de las computadoras electrónicas. Esta rama del Derecho está en constante seguimiento y estudio de los avances, adelantos y transformaciones tecnológicas a fin de ir planteando las medidas adecuadas que permitan una armónica convivencia social.” ESPINOZA Céspedes José Francisco. Contratación Electrónica, Medidas de Seguridad y Derecho Informático. Editorial RAO, 2000, p. 70.
[2] Es fundamental recordar que la criptografía se ha convertido en una herramienta de vital importancia para asegurar las operaciones y las manifestaciones de voluntad realizadas por medios electrónicos, así como para la previsión de posibles ataques generados mediante el uso de técnicas criptoanalíticas por terceras personas ajenas a la relación entre las partes contratantes.
[1] “El Derecho Informático, como nueva creación jurídica se encarga de buscar soluciones a los retos planteados por la evolución de las aplicaciones de las computadoras electrónicas. Esta rama del Derecho está en constante seguimiento y estudio de los avances, adelantos y transformaciones tecnológicas a fin de ir planteando las medidas adecuadas que permitan una armónica convivencia social.” ESPINOZA Céspedes José Francisco. Contratación Electrónica, Medidas de Seguridad y Derecho Informático. Editorial RAO, 2000, p. 70.
[2] Es fundamental recordar que la criptografía se ha convertido en una herramienta de vital importancia para asegurar las operaciones y las manifestaciones de voluntad realizadas por medios electrónicos, así como para la previsión de posibles ataques generados mediante el uso de técnicas criptoanalíticas por terceras personas ajenas a la relación entre las partes contratantes.
